lunes, 29 de octubre de 2012

El Santo Rosario en Latin

A continuación les presento el Santo Rosario en Latin:


1. Con el Crucifijo del Rosario hacer la Señal de la cruz con la siguiente oración:

      Per Signum Crucis de inimicis nostris libera nos Deus noster. In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Amen.

2.     ¡Oh Dios!, tu único hijo nos ha conseguido con su muerte y resurrección los bienes de la salvación eterna: concédenos que venerando estos misterios en el santo rosario de la Virgen María, imitemos aquello que contienen y obtengamos aquello que prometen. Te lo pedimos por tu Hijo Jesucristo Nuestro Señor que contigo vive y reina en la Unidad del Espiritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amen.

+ Ad Crucem (con la cruz del rosario recitar el yo pecador)

   Confiteor

3.    Confiteor Deo Omnipotenti, beatae Mariae Semper Virgini, beato Michaeli Archangelo, beato Ioanni Baptistae, Sanctis Apostolis Petro et Paulo, et Omnibus Sanctis, quia peccavi nimis cogitatione verbo et opere: mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa. Ideo precor beatam Mariam Semper Virginem, beatum Michaelem Archangelum, beatum Ioannem Baptistam, sanctos Apostolos Petrum et Paulum, et omnes Sanctos, orare pro me ad Dominum Deum nostrum. Amen.

4. Indulgentiam, absolutionem et remissionem peccatorum nostrorum, tribuat nobis omnipotens et misericors Dominus. Amen.

Symbolum Apostolorum

5. Credo in Deum Patrem Omnipotentem. creatorem caeli et terrae. Et in Iesum Christum, Filium eius unicum, Dominum nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio Pilato, Crucifixus, mortuus, et sepultus, descendit ad inferos, tertia die resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris Omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos. Credo in Spiritum Sanctum, Sanctam Ecclesiam Catholicam, Sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, et vitam aeternam. Amen.

6. Recitar los misterios 

7. Despues de meditar el primer misterio decir el Pater:
Ad grana Maiora (cuentas grandes)
8.  Pater Noster, qui es in caelis,  sanctificétur nomen Tuum,  adveniat Regnum Tuum,  fiat volúntas tua, sicut in caelo et in terra.  Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie,  et dimitte nobis débita nostra,  sicut et nos dimittímus debitóribus nostris;  et ne nos indúcas in tentationem,  sed libera nos a malo.

Ad grana Minora (cuentas pequeñas) 10 Ave Marias

9. Ave María,  gratia plena,  Dominus tecum,  benedicta tu in muliéribus, et benedictus fructus ventris tui Iesus. Sancta Maria, Mater Dei,  ora pro nobis peccatoribus,  nunc et in ora mortis nostrae.  Amen.


10. Gloria: Gloria Patri, et Fili, et Spiritui Sancto.  Sicut erat in principio, et nunc et semper, et in saeccula saeculorum. Amen.

11. Oratio Fatima: O BONE IESU, dimitte nobis debita nostra, salva nos ab igne inferni, perduc in caelum omnes animas, praesertim eas, quae misericordiae tuae maxime indigent. Amen.
12. Se recita el siguiente misterio hasta el quinto siguiendo los pasos 8, 9, 10, 11

13. Al terminar los misterios se recita la siguiente oración:

     Sub tuum praesidium confugimus, Sancta Dei Genetrix. Nostras deprecationes ne despicias in necessitatibus, sed a periculis cunctis libera nos semper, o virgo gloriosa et benedicta. Amen. 

14. Oraciones por las intenciones del Santo Padre, para ganar indulgencias por las benditas almas del purgatorio.

1 Pater, 3 Ave Maria, 1 Gloria.

15. Salve Regina: Salve, Regina, mater misericordiae Vita, dulcedo, et spes nostra, salve. Ad te clamamus, exsules, filii Hevae. Ad te suspiramus, gementes et flentes in hac lacrimarum valle.

Eia ergo, Advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte. Et Iesum, benedictum fructum ventris tui, nobis post hoc exsilium ostende. O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria. Amen.

Ora pro nobis sancta Dei Genetrix.
Ut digni efficiamur promissionibus Christi.

Oremus

Omnipotens Sempiterne Deus, qui gloriosae Virginis Matris Mariae Corpus et animam, ut dignum Filii tui habitaculum effici mereretur, Spiritu Sancto cooperante, praeparasti: da ut cuius commemoratione laetamur; eius pia intercessione, ab instantibus malis, et a morte perpetua liberemur. Per eundem Chistum Dominum Nostrum. Amen.

 Meditationes Rosarii

Observacion: Por ser el rosario tradicional no contienen los misterios luminosos, pero pueden incluirse)

Mysteria Gaudiosa. Misterios gozosos. (lunes y jueves )
Primo, Beátæ Maríæ Vírginis anuntiatiónem contemplámur, et humílitas pétitur.
Secundo
, Beátæ Maríæ Vírginis visitatiónem contemplámur, et ad fratres charitas pétitur.
Tertio
, Dómini Nóstri Iésu Chrísti nativitátem contemplámur, et paupertátis spíritus pétitur.
Quarto
, In templo Dómini Nóstri Iésu Chrísti presentatiónem contemplámur, et obediéntia pétitur.
Quinto
, In templo Dómini Nóstri Iésu Chrísti inventiónem contemplámur, et Déum inquæréndi volúntas pétitur.

 Mysteria Lucis (Jueves)

       
Primo. Baptisma apud Iordanem. (Mt 3,13-17)
      Secundo. Autorevelatio apud Canae Nuptias. (Io 2,1-11)
      Tertio. Proclamatio Regni Dei. (Mc 1,14-15)
      Quarto. Transfiguratio. (Lc 9,28-35)
      Quinto. Institutio Eucharistiae. (Mc 14,22-24)

Mysteria Dolorosa. Misterios dolorosos. (martes y viernes)
Primo, Dómini Nóstri Iésu Chrísti oratiónem in horto contemplamur, et dólor pro peccatis nostris pétitur.
Secundo, Dómini Nóstri Iésu Chrísti flagellatiónem contemplamur, et córporum nostrórum mortificátio pétitur.
Tertio, Dómini Nóstri Iésu Chrísti coronationem spinis contemplamur, et supérbiæ mortificatio pétitur.
Quarto, Dómini Nóstri Iésu Chrísti crucis baiulatiónem contemplamur, et patiéntia in tribulatiónibus pétitur.
Quinto, Dómini Nóstri Iésu Chrísti crucifixiónem et mortem contemplamur, et súi ipsíus donum ad animárum redemptiónem pétitur.

Mysteria Gloriosa. Misterios gloriosos. (miércoles, sábado y domingo)
Primo, Dómini Nóstri Iésu Chrísti resurrectiónem contemplamur, et fídes pétitur.
Secundo, Dómini Nóstri Iésu Chrísti in cælum ascensiónem contemplamur, et spes pétitur.
Tertio, Spíritus Sáncti descensiónem contemplamur, et ad Deum cháritas pétitur.
Quarto, Beátæ Maríæ Vírginis in cælum assumptiónem contemplamur, et bene moriéndi gratia pétitur.
Quinto, Beátæ Maríæ Vírginis coronatiónem contemplamur, et fidúcia in María Regína Nostra pétitur

Fuente:

miércoles, 17 de octubre de 2012

martes, 9 de octubre de 2012

Como combatir los maleficios

    Como se explico en la entrada anterior, el maleficio es un daño hecho a personas o cosas (animales, bienes, etcétera) para dañar y destruir.
     
    A continuación se presenta la forma de combatir los maleficios:
  
  • Estar en gracia de Dios: En el lenguaje de la Biblia «gracia» significa un don especial que, según el Nuevo Testamento, tiene la propia fuente en la vida trinitaria de Dios mismo, de Dios que es amor (cf. 1 Jn 4, 8). Fruto de este amor es la elección, de la que habla la Carta a los Efesios. Por parte de Dios esta elección es la eterna voluntad de salvar al hombre a través de la participación de su misma vida en Cristo (cf. 2 P 1, 4): es la salvación en la participación de la vida sobrenatural. El efecto de este don eterno, de esta gracia de la elección del hombre, es como un germen de santidad, o como una fuente que brota en el alma como don de Dios mismo, que mediante la gracia vivifica y santifica a los elegidos. De este modo tiene lugar, es decir, se hace realidad aquella bendición del hombre «con toda clase de bendiciones espirituales», aquel «ser sus hijos adoptivos ... en Cristo» o sea en aquel que es eternamente el «Amado» del Padre. (enciclica Redemptoris Mater) 
  •  Frecuentar los sacramentos:  Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina. Los sacramentos de la confesión y la comunión son armas eficaces contra los maleficios. 






         Otra de las armas eficaces contra el mal es el rezo del Santo Rosario. El rosario es un arma de cincuenta proyectiles poderosísima. Debe rezarse diariamente.



     Quien ha sido víctima de algún maleficio jamás debe recurrir a otros medios para liberarse que no sean los que Jesucristo nos proporciona a través de la Iglesia Católica. Quedaría en peor condición. El mal se vence con el bien. 

Oraciones contra el maleficio

 Oraciones contra el maleficio (del ritual griego) 

Kyrie eleison. Dios nuestro Señor, oh Soberano de los siglos, omnipotente y todopoderoso, tú que lo has hecho todo y que lo transformas todo con tu sola voluntad; tú que en Babilonia transformaste en rocío la llama del horno siete veces más ardiente y que protegiste y salvaste a tus tres santos jóvenes; tú que eres doctor y médico de nuestras almas; tú que eres la salvación de aquellos que se dirigen a ti, te pedimos y te invocamos, haz vana, expulsa y pon en fuga toda potencia diabólica, toda presencia y maquinación satánica, toda influencia maligna y todo maleficio o mal de ojo de personas maléficas y malvadas realizados sobre tu siervo... haz que, en cambio, de la envidia y el maleficio obtenga abundancia de bienes, fuerza, éxito y caridad; tú, Señor, que amas a los hombres, extiende tus manos poderosas y tus brazos altísimos y potentes y ven a socorrer y visita esta imagen tuya, mandando sobre ella el ángel de la paz, fuerte y protector del alma y el cuerpo, que mantendrá alejado y expulsará a cualquier fuerza malvada, todo envenenamiento y hechicería de personas corruptoras y envidiosas; de modo que debajo de ti tu suplicante protegido te cante con gratitud: “el Señor es mi salvador y no tendré temor de lo que pueda hacerme el hombre.” “No tendré temor del mal porque tú estás conmigo, tú eres mi Dios, mi fuerza, mi poderoso Señor, Señor de la paz, padre de los siglos futuros”. Sí Señor Dios nuestro, ten compasión de tu imagen y salva a tu siervo... de todo daño o amenaza procedente de maleficio, y protégelo poniéndolo por encima de todo mal; por la intercesión de la más que bendita, gloriosa Señora, la madre de Dios y siempre Virgen María, de los resplandecientes arcángeles y de todos sus santos. ¡Amén!

Oración contra todo mal 

Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame.
Expulsa de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica, la posesión diabólica y la obsesión y perfidia,
el vudú, la macumba, el candomblé, umbanda, santería; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intercesión de la Virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel Arcángel, por San Gabriel, por San Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.

Oracion contra el maleficio
 
Señor, yo te adoro como mi único Salvador. En este momento, invoco sobre mí tu autoridad divina para que me liberes de todo poder del maligno. Aleja de mí cualquier maldad que me hayan hecho. Encadena y manda a lo más profundo de los infiernos a todo espíritu maligno que quiera atormentarme.    

Yo perdono a todas las personas que me han hecho daño y te las entrego, Señor, para que tú las juzgues con tu sabiduría y poder. En tu santo nombre, Jesús, rechazo todo poder del maligno sobre mí, sobre mi casa y sobre mis familiares y sobre mis cosas. Aléjate, espíritu maligno, de mí y de mi familia ahora y para siempre. Te lo ordeno en el Nombre de Jesús. Tomo posesión en el Nombre de Jesús de mi casa y pido el poder de la sangre de Jesús contra toda infestación o influencia maléfica para que seamos liberados y protegidos de todo mal. Rechazo cualquier espíritu maligno que se haya infiltrado en este lugar y lo mando a los pies de la cruz de Jesús por toda la eternidad.

María, madre de Jesús y madre mía, tú eres la reina del cielo y de la tierra. Dios te ha dado poder para pisar la cabeza de Satanás. Te pido que envíes en mi ayuda a todas las legiones de ángeles y santos para que, a una orden tuya y bajo tu autoridad, puedan rechazar para siempre de mi vida, el poder del maligno. Amén.


Oración por la curación interior 

Señor Jesús, tu has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que cures los traumas que provocan turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial que cures aquellos que son causa de pecado. Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me han afectado en tierna edad y de aquellas heridas que me los han provocado a lo largo de toda la vida. Señor Jesús, tú conoces mis problemas, los pongo todos en tu corazón de Buen Pastor. Te ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que cures las pequeñas heridas que hay en el mío. Cura las heridas de mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación. Cura, Señor, todas esas heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas. Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino. Ayúdame a ser humilde y benigno.
Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas. Haz que pueda recuperar la paz y la alegría por la certeza de que tú eres la Resurrección y la Vida. Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de tu victoria sobre el pecado y la muerte, de tu presencia Viviente entre nosotros. ¡Amén!

Plegaria de Liberación 

Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado.
Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.

De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de desorden en la sexualidad , nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De la división de la familia, de toda amistad mala: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”, por la intercesión de la Virgen María concédenos ser librados de toda maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor. ¡Amén!

Fuente: www.corazones.org
             Habla un exorcista. Gabriele Amorth. Editorial Planeta Testimonio.
             Líbranos del maligno. Padre Angel Peña.
             Catecismo de la Iglesia Católica.