Oh Dios Padre eterno y omnipotente, mira el rostro de tu
Hijo, Cristo, y por amor a Él, que es el Sumo Sacerdote eterno, ten piedad de
tus sacerdotes. Recuerda Dios misericordiosísimo, que no son sino seres
humanos, débiles, frágiles. Renueva en ellos la gracia que han recibido por la
imposición de las manos del Obispo. Guárdalos cerca de Ti, para que el enemigo
no prevalezca contra ellos; a fin de que nunca hagan nada que desdiga en punto
alguno de su sublime vocación. Oh Jesús, a Ti ruego por tus sacerdotes fieles y
fervorosos para que siempre se mantengan así; Oh Jesús, a Ti ruego por tus
sacerdotes infieles y tibios, haz que vuelvan al buen sendero y se vuelvan
fieles y fervorosos; por tus sacerdotes que laboran en casa o fuera en campo de
misión; por tus sacerdotes que son tentados; por tus sacerdotes desamparados y
tristes; por tus sacerdotes jóvenes; por tus sacerdotes enfermos; por tus
sacerdotes en el purgatorio. Pero sobre todo te encomiendo a los sacerdotes que
me son más queridos; al sacerdote que me bautizó; a los sacerdotes que me
absolvieron de mis pecados; a los sacerdotes a cuyas Misas asistí, y que me
dieron tu Cuerpo y tu Sangre en la Sagrada Comunión, a los sacerdotes que me
enseñaron y me instruyeron o me animaron y me ayudaron; a los sacerdotes a
quienes debo algo en cualquier otro modo, especialmente...(Nombrarlos)... Oh
Jesús guárdalos a todos cerca de Tu corazón, que sean fieles siempre al
magisterio de la Iglesia, que no caigan en los errores del modernismo y que
sean sus vidas un ejemplo de santidad; y bendícelos copiosamente, en esta vida
así como en la eternidad.
Señor,
líbranos de los malos pastores
Señor, danos
sacerdotes
Señor, danos
sacerdotes santos
Señor, danos
muchos sacerdotes santos
Señor, danos
muchos sacerdotes santos según tu Corazón.
Amén.
Fuente: catolicidad.com
Fuente: catolicidad.com