domingo, 1 de diciembre de 2013

Devociones de las tres AVES MARÍAS.

     La devoción de las tres Aves Marías consiste en rezar tres veces el Avemaría a la Santísima Virgen, Madre de Dios y Señora nuestra, bien para honrarla o bien para alcanzar algún favor por su mediación.

Origen de la Devoción
    Santa Matilde, religiosa benedictina, suplicó a la Santísima Virgen que la asistiera en la hora de la muerte. La Virgen María le dijo lo siguiente: "Sí que lo haré; pero quiero que por tu parte me reces diariamente tres Avemarías. La primera, pidiendo que así como Dios Padre me encumbró a un trono de gloria sin igual, haciéndome la más poderosa en el cielo y en la tierra, así también yo te asista en la tierra para fortificarte y apartar de ti toda potestad enemiga. Por la segunda Avemaría me pedirás que así como el Hijo de Dios me llenó de sabiduría, en tal extremo que tengo más conocimiento de la Santísima Trinidad que todos los Santos, así te asista yo en el trance de la muerte para llenar tu alma de las luces de la fe y de la verdadera sabiduría, para que no la oscurezcan las tinieblas del error e ignorancia. Por la tercera, pedirás que así como el Espíritu Santo me ha llenado de las dulzuras de su amor, y me ha hecho tan amable que después de Dios soy la más dulce y misericordiosa, así yo te asista en la muerte llenando tu alma de tal suavidad de amor divino, que toda pena y amargura de muerte se cambie para ti en delicias."



Santa Matilde Ringelheim


      Y esta promesa se extendió en beneficio de todos cuantos ponen en práctica ese rezo diario de las tres Avemarías.

     El fin de esta devoción es el honrar los tres principales atributos de María Santísima, que son: 

1. El poder que le otorgó Dios Padre por ser su hija predilecta. 
2. La sabiduria con que la adornó Dios Hijo, al elegirla como su Madre.
3. La misericordia con que la llenó Dios Espíritu Santo, al escogerla por su Inmaculada Esposa.



      Nuestra Señora prometió a Santa Matilde y a otras almas piadosas que quien rezara diariamente tres avemarías, tendría su auxilio durante la vida y su especial asistencia a la hora de la muerte, presentándose en esa hora final con el brillo de una belleza tal que con sólo verla la consolaría y le transmitiría las alegrías del Cielo.

María renueva su promesa de protección:

        Cuando Sor María Villani, religiosa dominica (siglo XVI), rezaba un día las tres Avemarías, oyó de labios de la Virgen estas estimulantes palabras:

      "No sólo alcanzarás las gracias que me pides, sino que en la vida y en la muerte prometo ser especial protectora tuya y de cuantos como tú PRACTIQUEN ESTA DEVOCIÓN"



Venerable Sor Maria Villani


    También dijo la Santísima Virgen: “La devoción de las tres Avemarías siempre me fue muy grata... No dejéis de rezarlas y de hacerlas rezar cuanto podáis. Cada día tendréis pruebas de su eficacia...”

      Fue la misma Santísima Virgen la que dijo a Santa Gertrudis que "quien la venerase en su relación con la Beatísima Trinidad, experimentaría el poder que le ha comunicado la Omnipotencia del Padre como Madre de Dios; admiraría los ingeniosos medios que le inspira la sabiduría del Hijo para la salvación de los hombres, y contemplaría la ardiente caridad encendida en su corazón por el Espíritu Santo".


Santa Gertrudis

       Refiriéndose a todo aquel que la haya invocado diariamente conmemorando el poder, la sabiduría y el amor que le fueron comunicados por la Augusta Trinidad, dijo María a Santa Gertrudis que, "a la hora de su muerte me mostraré a él con el brillo de una belleza tan grande, que mi vista le consolará y le comunicará las alegrías celestiales".


¿Cuál es la forma de rezar las tres Aves Marías?

"María Madre mía, líbrame de caer en pecado mortal.

1. Por el poder que te concedió el Padre Eterno
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

2. Por la sabiduría que te concedió el Hijo.

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

3. Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

+++ ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén!"
 
Fuente: catolicidad.com
            Devocionario.com

lunes, 16 de septiembre de 2013

Vivaldi

Antonio Lucio Vivaldi (Venecia, 4 de marzo de 1678 - Viena, 28 de julio de 1741) fue un compositor y músico del Barroco tardío, uno de los pináculos del Barroco, de la música occidental y de la música universal, su maestría se refleja en haber cimentado el género del concierto el más importante de su época.
Era apodado il prete rosso ("el cura rojo") por ser sacerdote (católico) y pelirrojo.

Complete Cello Concertos

 
 


viernes, 3 de mayo de 2013

Letanias en Latin y español

Letanias 

Etim.: latín litania; del griego litaneia, oración, súplica.

Forma de oración en forma de una serie de peticiones que se cantan o recitan. Se pueden hacer en comunidad, con un lider y un grupo recitando oraciones determinadas.
Las letanías tradicionalmente tienen una estructura definida:
-Invocación de la Santísima Trinidad
-Peticiones corriespondientes a un tema.
-Tres invocaciónes al Cordero de Dios.
-Oración de clausura que sintetiza las peticiones.


Una letanía es una plegaria formada por una serie de cortas invocaciones, que los fieles rezan o cantan en honor a Dios, de la Virgen o de los santos. Tiene un origen muy antiguo, pues encontramos vestigios de ellas en los textos de los padres apostólicos del siglo II, al parecer siguiendo la recomendación de San Pablo: “Recomiendo, ante todo, que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por los hombres de toda clase, por los jefes de estado y todos los gobernantes, para que podamos llevar una vida tranquila y de paz, con toda piedad y dignidad” (1 Tim 2, 1-2).


Estas fórmulas de invocación tienen un carácter eminentemente popular, por lo que son muy abundantes y de estilos diversos, algunas en verso y otras en prosa. Se usaban en procesiones, en la Vigilia Pascual, en las ordenaciones, en las oraciones por los enfermos y los difuntos. Es hasta el siglo XII donde encontramos unas primeras letanías de la Virgen que recogieron los principales títulos tributados a la Madre de Dios, del modo análogo al que se habían recogido en la antigüedad tantas alabanzas a Cristo.


La colección más famosa de estas letanías de la Virgen María es conocida como “lauretana”, por proceder del Santuario de la Virgen de Loreto en Italia. Procede de los siglos XVI y XVII aunque con el tiempo esta letanía fue enriqueciéndose con nuevos títulos que por decreto los papas añadían al texto tradicional que tenía como base de 50 invocaciones.


La estructura del texto tradicional es la siguiente: Comienza con las invocaciones tomadas de las letanías de los santos (Santa María, Santa Madre de Dios. Santa Virgen de las Vírgenes /1-3), luego María es considerada como Madre /4-15/, y después se pasa a considerar a la Virgen como virgen /16-21/, se enuncia una serie de títulos simbólicos de origen fundamentalmente bíblico /22-34/ y, finalmente se considera la Gloria de María, ayuda y consuelo de los que estamos en la tierra y Reina de cuantos están en el Cielo /34-50/.


Característica de la letanía lauretana es no solo quedarse en los elogios a la Madre de Dios sino encomendarse a su intercesión. Por ello después de cada invocación se añadió el “Ruega por nosotros”, “Intercede por mí” o “Apiádate de mí” o fórmulas semejantes, por las cuales el cristiano que sufre, que está en pecado o se encuentra en trance de muerte, se acerca a María para obtener su gracia mediadora ante el Hijo.


Litaniae Lauretanae

Kyrie, eleison.
R/. Kyrie, eleison. 
Christe, eleison. 
R/. Christe, eleison. 
Kyrie, eleison. 
R/. Kyrie, eleison. 
Christe, audi nos. 
R/. Christe, audi nos.
Christe, exaudi nos. 
R/. Christe, exaudi nos. 
Pater de caelis Deus, R/. miserere nobis. 
Fili Redemptor mundi Deus, R/. miserere nobis. 
Spiritus Sancte Deus, R/. miserere nobis. 
Sancta Trinitas, unus Deus,R/. miserere nobis. 
Sancta Maria, R/. ora pro nobis. 
Sancta Dei Genetrix, R/. ora pro nobis. 
Sancta Virgo virginum, R/. ora pro nobis. 
Mater Christi, R/. ora pro nobis. 
Mater Divinae gratiae, R/. ora pro nobis. 
Mater purissima, R/. ora pro nobis. 
Mater castissima, R/. ora pro nobis. 
Mater inviolata, R/. ora pro nobis. 
Mater intemerata, R/. ora pro nobis.
Mater immaculata, R/. ora pro nobis. 
Mater amabilis, R/. ora pro nobis. 
Mater admirabilis, R/. ora pro nobis. 
Mater boni Consilii, R/. ora pro nobis. 
Mater Creatoris, R/. ora pro nobis. 
Mater Salvatoris, R/. ora pro nobis. 
Virgo prudentissima, R/. ora pro nobis. 
Virgo veneranda, R/. ora pro nobis. 
Virgo praedicanda, R/. ora pro nobis. 
Virgo potens, R/. ora pro nobis. 
Virgo clemens, R/. ora pro nobis. 
Virgo fidelis, R/. ora pro nobis. 
Speculum iustitiae, R/. ora pro nobis. 
Sedes sapientiae, R/. ora pro nobis. 
Causa nostrae laetitiae, R/. ora pro nobis. 
Vas spirituale, R/. ora pro nobis. 
Vas honorabile, R/. ora pro nobis. 
Vas insigne devotionis, R/. ora pro nobis. 
Rosa mystica, R/. ora pro nobis. 
Turris Davidica, R/. ora pro nobis. 
Turris eburnea, R/. ora pro nobis. 
Domus aurea, R/. ora pro nobis.
Foederis arca, R/. ora pro nobis.
Ianua caeli, R/. ora pro nobis. 
Stella matutina, R/. ora pro nobis. 
Salus infirmorum, R/. ora pro nobis. 
Refugium peccatorum, R/. ora pro nobis. 
Consolatrix afflictorum, R/. ora pro nobis. 
Auxilium Christianorum, R/. ora pro nobis.
Regina Angelorum, R/. ora pro nobis. 
Regina Patriarcharum, R/. ora pro nobis. 
Regina Prophetarum, R/. ora pro nobis. 
Regina Apostolorum, R/. ora pro nobis. 
Regina Martyrum, R/. ora pro nobis. 
Regina Confessorum, R/. ora pro nobis. 
Regina Virginum, R/. ora pro nobis. 
Regina Sanctorum omnium, R/. ora pro nobis. 
Regina sine labe originali concepta, R/. ora pro nobis. 
Regina in caelum assumpta, R/. ora pro nobis. 
Regina Sacratissimi Rosarii, R/. ora pro nobis. 
Regina pacis, R/. ora pro nobis. 
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, 
R/. parce nobis, Domine. 
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, 
R/. exaudi nobis, Domine. 
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, 
R/. miserere nobis. V/. 
Ora pro nobis, Sancta Dei Genetrix. 
R/. Ut digni efficiamur promissionibus Christi. 
Oremus. Concede nos famulos tuos, quaesumus, Domine Deus, perpetua mentis et corporis sanitate gaudere: et gloriosa beatae Mariae semper Virginis intercessione, a praesenti liberari tristitia, et aeterna perfrui laetitia. Per Christum Dominum nostrum. R/. Amen.

Tempore Adventus
V. Angelus Domini nuntiavit Mariae,
R. Et concepit de Spiritu Sancto.

Oremus. Deus, qui beatae Mariae Virginis utero verbum tuum, Angelo nuntiante, carnem suscipere voluisti: praesta supplicibus tuis; ut, qui vere eam Genetricem Dei credimus, eius apud te intercessionibus adivemur. Per Christum Dominum Nostrum. Amen.

Tempore nativitatis
V. Post partum, virgo, inviolata permansisti,
R. Dei Genetrix, intercede pro nobis.

Oremus. Deus, qui salutis aeternae, beatae Mariae Virginitate fecunda, humano generi praemia praestitisti: tribue, quaesumus; ut ipsam pro nobis intercedere sentiamus, per quam meruimus Filius tuum auctorem vitae suscipere. Qui tecum vivit et regnat in saecula saeculorum. Amen.

Tempore Paschali
V. Gaude et laetare, virgo Mariae, alleluia.
R. Quia surrexit Dominus vere, alleluia.

Oremus. Deus, qui per resurrectionem filii tui, Domini nostri Iesu Christi, mundum laetificare dignatus es: praesta, quaesumus: ut, per eius Genetricem virginem Mariam, perpetuae capiamus gaudia vitae. Per eundem Christum Dominum nostrum. Amen. 


Letanias Lauterana

Señor, ten piedad R.
Cristo, ten piedad R.
Señor, ten piedad. R.
Cristo, óyenos. R.
Cristo, escúchanos. R.
Dios, Padre celestial, R. ten piedad de nosotros. 
Dios, Hijo, Redentor del mundo,  R. ten piedad de nosotros
Dios, Espíritu Santo, R. ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios,  R. ten piedad de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, 
Santa Virgen de las Vírgenes, 
Madre de Cristo, 
Madre de la divina gracia, 
Madre purísima, 
Madre castísima,
Madre siempre virgen, 
Madre incorrupta, 
Madre inmaculada, 
Madre amable, 
Madre admirable, 
Madre del buen consejo, 
Madre del Creador, 
Madre del Salvador, 
Virgen prudentísima, 
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza, 
Virgen poderosa, 
Virgen clemente, 
Virgen fiel, 
Espejo de justicia, 
Trono de la sabiduría, 
Causa de nuestra alegría, 
Vaso espiritual, 
Vaso digno de honor, 
Vaso de insigne devoción, 
Rosa mística, 
Torre de David, 
Torre de marfil, 
Casa de oro, 
Arca de la Alianza, 
Puerta del cielo, 
Estrella de la mañana, 
Salud de los enfermos, 
Refugio de los pecadores, 
Consoladora de los afligidos, 
Auxilio de los cristianos, 
Reina de los Ángeles, 
Reina de los Patriarcas, 
Reina de los Profetas, 
Reina de los Apóstoles, 
Reina de los Mártires, 
Reina de los Confesores, 
Reina de las Vírgenes, 
Reina de todos los Santos, 
Reina concebida sin pecado original, 
Reina asunta a los Cielos, 
Reina del Santísimo Rosario, 
Reina de la paz. 
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor. 
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor. 
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros. 
V/.Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 
R/.Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración. Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén. 

Litaniae de Sacratissimo Corde Iesu

Kyrie, eleison. 
R/. Kyrie, eleison. 
Christe, eleison. 
R/. Christe, eleison. 
Kyrie, eleison. 
R/. Kyrie, eleison. 
Christe, audi nos. 
R/. Christe, audi nos. 
Christe, exaudi nos. 
R/. Christe, exaudi nos. 
Pater de caelis Deus, 
R/. miserere nobis. 
Fili Redemptor mundi Deus, 
R/. miserere nobis. 
Spiritus Sancte Deus, 
R/. miserere nobis. 
Sancta Trinitas, unus Deus, 
R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, Filii Patris aeterni, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, in sinu Virginis Matris a Spiritu Sancto formatum, R/. miserere nobis.
Cor Iesu, Verbo Dei substantialiter unitum, R/. miserere nobis. 

Cor Iesu, maiestatis infinitae, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, templum Dei sanctum, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, tabernaculum Altissimi, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, domus Dei et porta caeli, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, fornax ardens caritatis, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, iustitiae et amoris receptaculum, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, bonitate et amore plenum, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, virtutum omnium abyssus, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, omni laude dignissimum, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, rex et centrum omnium cordium, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, in quo sunt omnes thesauri sapientiae et scientiae, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, in quo habitat omnis plenitudo divinitatis, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, in quo Pater sibi bene complacuit, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, de cuius plenitudine omnes nos accepimus, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, desiderium collium aeternorum, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, patiens et multae misericordiae, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, dives in omnes qui invocant te, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, fons vitae et sanctitatis, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, propitiatio pro peccatis nostris, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, saturatum opprobriis, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, attritum propter scelera nostra, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, usque ad mortem oboediens factum, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, lancea perforatum, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, fons totius consolationis, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, vita et resurrectio nostra, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, pax et reconciliatio nostra, R/. miserere nobis.
Cor Iesu, victima peccatorum, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, salus in te sperantium, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, spes in te morientium, R/. miserere nobis. 
Cor Iesu, deliciae Sanctorum omnium, R/. miserere nobis. 

Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, R/. parce nobis, Domine. 
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, R/. exaudi nobis, Domine. 
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, R/. miserere nobis. 

V/. Iesu, mitis et humilis Corde, 
R/. Fac cor nostrum secundum Cor tuum. 

Oremus. Omnipotens sempiterne Deus, respice in Cor dilectissimi Filii tui et in laudes et satisfactiones, quas in nomine peccatorum tibi persolvit, iisque misericordiam tuam petentibus, tu veniam concede placatus in nomine eiusdem Filii tui Iesu Christi: Qui tecum vivit et regnat in saecula saeculorum. R/. Amen.


Letanías del Sagrado Corazón 

Señor, ten piedad de nosotros. R.
Cristo, ten piedad de nosotros. R.
Señor, ten piedad de nosotros. R.
Cristo, óyenos. R.
Cristo, escúchanos. R.
Dios, Padre Celestial, Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, Dios, Ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo, Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, Ten Misericodia de nosotros. Se repite.
Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo,
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios, 

Corazón de Jesús, de infinita majestad, 
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, 
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, 
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, 
Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, 
Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor, 
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, 
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, 
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, 
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, 
Corazón de Jesús, en quien se hallan todos los tesoros de la sabiduría, y de la ciencia, Corazón de Jesús, en quien reside toda la plenitud de la divinidad, 
Corazón de Jesús, en quien el Padre se complace, 
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, 
Corazón de Jesús, deseado de los eternos collados, 
Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia, 
Corazón de Jesús, generoso para todos los que te invocan, 
Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad, 
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, 
Corazón de Jesús, colmado de oprobios, 
Corazón de Jesús, triturado por nuestros pecados, 
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, 
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, 
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo, 
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, 
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, 
Corazón de Jesús, víctima por los pecadores, 
Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan, 
Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren, 
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos,

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Perdónanos Señor. 
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Óyenos Señor. 
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Ten piedad de nosotros. 

V/.Jesús, manso y humilde de Corazón, 
R/.Haz nuestro corazón semejante al tuyo. 

Oración. Oh Dios todopoderoso y eterno, mira el Corazón de tu amantísimo Hijo, las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece y concede el perdón a éstos que piden misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, Jesucristo, el cual vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

Litaniae Pretiosissimi Sanguinis Domini Nostri Iesu Christi 

Kyrie, eleison. 
R/. Kyrie, eleison. 
Christe, eleison. 
R/. Christe, eleison. 
Kyrie, eleison. 
R/. Kyrie, eleison. 
Christe, audi nos. 
R/. Christe, audi nos. 
Christe, exaudi nos. 
R/. Christe, exaudi nos. 
Pater de caelis Deus, R/. miserere nobis. 
Fili Redemptor mundi Deus, R/. miserere nobis. 
Spiritus Sancte Deus, R/. miserere nobis. 
Sancta Trinitas, unus Deus, R/. miserere nobis. 
Sanguis Christi, Unigeniti Patris aeterni, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, Verbi Dei incarnati, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, Novi et Aeterni Testamenti, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, in agonia decurrens in terram, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, in flagellatione profluens, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, in coronatione spinarum emanans, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, in Cruce effusus, R/. salva nos.
Sanguis Christi, pretium nostrae salutis, R/. salva nos.

Sanguis Christi, sine quo non fit remissio, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, in Eucharistia potus et lavacrum animarum, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, flumen misericordiae, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, victor daemonum, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, fortitudo martyrum, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, virtus confessorum, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, germinans virgines, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, robur periclitantium, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, levamen laborantium, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, in fletu solatium, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, spes poenitentium, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, solamen morientium, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, pax et dulcedo cordium, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, pignus vitae aeternae, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, animas liberans de lacu Purgatorii, R/. salva nos. 
Sanguis Christi, omni gloria et honore dignissimus, R/. salva nos. 

Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, R/. parce nobis, Domine. 
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, R/. exaudi nos, Domine. 
 Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, R/. miserere nobis,

V/. Redimisti nos, Domine, in sanguine tuo. 
R/. Et fecisti nos Deo nostro regnum. 

Oremus. Omnipotens sempiterne Deus, qui unigenitum Filium tuum mundi Redemptorem constituisti, ac eius sanguine placari voluisti: concede, quaesumus, salutis nostrae pretium ita venerari, atque a praesentis vitae malis eius virtute defendi in terris, ut fructu perpetuo laetemur in caelis. Per eundem Christum Dominum nostrum. R/. Amen.

Letanías de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo 

Señor, ten piedad de nosotros. 
Cristo, ten piedad de nosotros. 
Señor, ten piedad de nosotros. 
Cristo, óyenos. R.
Cristo, escúchanos. R.
Dios Padre celestial, Dios.ten piedad de nosotros,
Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros,
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros,
Santísima Trinidad, que sois un solo Dios, Ten piedad de nosotros 
Sangre de Cristo, el unigénito del Padre Eterno,  R. Salvanos.
Sangre de Cristo, Verbo de Dios encarnado, 
Sangre de Cristo, del testamento nuevo y eterno,. 
Sangre de Cristo, derramada sobre la tierra en la agonía, 
Sangre de Cristo, vertida copiosamente en la flagelación, 
Sangre de Cristo, brotada en la coronación de espinas, 
Sangre de Cristo, derramada en la cruz, 
Sangre de Cristo, prenda de nuestra salvación, 
Sangre de Cristo, sin la cual no hay perdón,
Sangre de Cristo, bebida eucarística y refrigerio de las almas, 
Sangre de Cristo, manantial de misericordia, 
Sangre de Cristo, vencedora de los espíritus malignos, 
Sangre de Cristo, que das valor a los mártires, 
Sangre de Cristo, fortaleza de los confesores, 
Sangre de Cristo, inspiración de las vírgenes, 
Sangre de Cristo, socorro en el peligro, 
Sangre de Cristo, alivio de los afligidos, 
Sangre de Cristo, solaz en las penas, 
Sangre de Cristo, esperanza del penitente, 
Sangre de Cristo, consuelo del moribundo, 
Sangre de Cristo, paz y ternura para los corazones, 
Sangre de Cristo, promesa de vida eterna, 
Sangre de Cristo, que libras a las almas del purgatorio, 
Sangre de Cristo, acreedora de todo honor y gloria,

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Perdónanos, Señor 
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Escúchanos, Señor 
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Ten piedad de nosotros 

V/.¡Oh Señor!, nos has redimido en tu sangre. 
R/. Y nos hiciste reino de nuestro Dios. 

Oración. Señor Dios todopoderoso, que haz constituido a tu Hijo Unigénito por Redentor del mundo, y quisiste ser aplacado por su Sangre, concedenos, te suplicamos, que así como veneramos el precio de nuestra salvación, seamos defendidos en la tierra de los males de la vida presente, y alcancemos el gozo de sus frutos eternamente en el cielo. Por Cristo Nuestro Señor. Amen

Fuente: 
www.corazones.org
http://www.devocionario.com/maria/lauretanas_2.html

miércoles, 6 de febrero de 2013

Exorcismo de su santidad el papa León XIII



Exorcismo de su santidad el papa León XIII contra satanás y los ángeles rebeldes.





            El papa León XIII tuvo una visión el día 13 de octubre de 1884, después de la cual prescribió el rezo de la oración a San Miguel al final de la Misa, y escribió y publicó el siguiente exorcismo:



            En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Salmo 67. Levántese Dios y sean dispersados sus enemigos y huyan de su presencia los que le odian.
Como se disipa el humo se disipen ellos, como se derrite la cera ante el fuego, así perecerán los impíos ante Dios.



Salmo 34. Señor, pelea contra los que me atacan; combate contra los que me hacen la guerra.

Sufran una derrota y queden avergonzados los que me persiguen a muerte.

Vuelvan la espalda llenos de confusión los que traman mi daño.
Sean como polvo frente al viento cuando el Ángel del Señor los desbarate.
Sea su camino oscuro y resbaladizo, cuando el Ángel del Señor los persiga.
Porque sin motivo me tendían redes de muerte, sin razón me abrían trampas mortales.
Que les sorprenda un desastre imprevisto, que los enrede la red que escondían; que caigan en la misma trampa que me abrieron.
Mi alma se alegra con el Señor y gozará de su salvación.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.



Oración a San Miguel Arcángel: Gloriosísimo príncipe de la milicia celestial, Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha que mantenemos combatiendo “contra los principados y potestades, contra los caudillos de este mundo tenebroso, contra los espíritus malignos esparcidos por los aires” (Ef. 6,12). Ven en auxilio de los hombres que Dios creó incorruptibles a su imagen y semejanza (Sap. 2,23), y a tan “alto precio rescatados”(I Cor. 6,20) de la tiranía del demonio. Con las huestes de los ángeles buenos pelea hoy los combates del Señor, como antaño luchaste contra Lucifer, corifeo de la soberbia y contra sus ángeles apóstatas. Ellos no pudieron vencer, y perdieron su lugar en el Cielo. “Fue precipitado el gran dragón, la antigua serpiente el denominado diablo y Satanás, el seductor de todo el mundo: fue precipitado a la tierra y con él cayeron sus ángeles”(Apoc. 12, 8-9).



      He aquí que el antiguo enemigo y homicida se ha erguido con vehemencia. Disfrazado de “ángel de luz” (II Cor. 11, 14) con la escolta de todos los espíritus malignos rodea e invade la tierra entera, y se instala en todo lugar, con el designio de borrar allí el nombre de Dios y de su Cristo, de arrebatar las almas destinadas a la corona de la gloria eterna, de destruirlas y perderlas para siempre. Como el más inmundo torrente, el maligno dragón derramó sobre los hombres de mente depravada y corrompido corazón, el veneno de su maldad: el espíritu de la mentira, de la impiedad y de la blasfemia; el letal soplo de la lujuria, de todos los vicios e iniquidades.



      Los más taimados enemigos han llenado de amargura a la Iglesia, esposa del Cordero Inmaculado, le han dado a beber ajenjo, han puesto sus manos impías sobre todo lo que para Ella es más querido. Donde fueron establecidos la Sede de San Pedro y la Cátedra de la Verdad como luz para las naciones, ellos han erigido el trono de la dominación de la impiedad, de suerte que, golpeado el Pastor, pueda dispersarse la grey. Oh invencible adalid, ayuda al pueblo de Dios contra la perversidad de los espíritus que le atacan y dale la victoria.



      La iglesia te venera como su guardián y patrono, se gloría de que eres su defensor contra los poderes nocivos terrenales e infernales; Dios te confió las almas de los redimidos para colocarlos en el estado de la suprema felicidad. Ruega al Dios de la paz que aplaste al demonio bajo nuestros pies, para que ya no pueda retener cautivos a los hombres y dañar a tu Iglesia. Ofrece nuestras oraciones al Altísimo, para que cuanto antes desciendan sobre nosotros las misericordias del Señor (Salmo 78,8), y sujeta al dragón, la antigua serpiente, que es el diablo y Satanás, y, una vez encadenado, precipítalo en el abismo, para que nunca jamás pueda seducir a las naciones (Apoc. 20).



     Después de esto, confiados en tu protección y patrocinio, con la sagrada autoridad de la Santa Madre Iglesia, nos disponemos a rechazar la peste de los fraudes diabólicos, confiados y seguros en el Nombre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor.



            He aquí la Cruz del Señor, huid poderes enemigos.

            R. Ha vencido el león de la tribu de Judá, la raíz de David.

            Señor, que tu misericordia venga con nosotros.

            R. Como lo esperamos de Ti.

            Señor, escucha nuestra oración.

            R. Y llegue a Ti nuestro clamor.

            El señor esté con vosotros. (Se recita si se es sacerdote)

            R. Y con tu espíritu



Oremos. Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, invocamos tu santo Nombre y suplicantes imploramos tu clemencia, para que, por la intercesión de la Inmaculada siempre Virgen María Madre de Dios, del Arcángel San Miguel, de San José esposo de la Santísima Virgen, de los santos Apóstoles Pedro y Pablo y de todos los Santos, te dignes prestarnos tu auxilio contra Satanás y todos los demás espíritus inmundos que vagan por el mundo para dañar al género humano y para la perdición de las almas. Amén.



Exorcismo: Te exorcizamos todo espíritu maligno, poder satánico, ataque infernal adversario, legión, concentración y secta diabólica, en el nombre y virtud de Nuestro Señor + Jesucristo, para que salgas y huyas de la Iglesia de Dios, de las almas creadas a imagen de Dios y redimidas por la preciosa Sangre del Divino Cordero+. En adelante no oses, perfidísima serpiente, engañar al género humano, perseguir a la Iglesia de Dios, zarandear a los elegidos y cribarlos como el trigo +. Te lo manda Dios Altísimo, a quien en tu insolente soberbia aún pretendes asemejarte, “el cual quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (II Tim. 2). Te lo manda Dios Padre +; te lo manda Dios Hijo +; te lo manda Dios Espíritu Santo +. Te lo manda la majestad de Cristo, el Verbo eterno de Dios hecho hombre, quien para salvar a la estirpe perdida por tu envidia, “se humilló a sí mismo hecho obediente hasta la muerte” (Fil. 2); el cual edificó su Iglesia sobre roca firme, y reveló que los “poderes del infierno nunca prevalecerían contra ella, y Él mismo había de permanecer con ella todos los días hasta el fin de los tiempos” (Mat. 28,20). Te lo manda el santo signo de la Cruz y la virtud de todos los Misterios de la fe cristiana +. Te lo manda la excelsa Madre de Dios la Virgen María, quien con su humildad desde el primer instante de su Inmaculada Concepción aplastó tu orgullosa cabeza +. Te lo manda la fe de los santos Apóstoles Pedro y Pablo y de los demás Apóstoles +. Te lo manda la sangre de los Mártires y la piadosa intercesión de todos los Santos y Santas +. Por tanto, maldito dragón y toda legión diabólica, te conjuramos por Dios + vivo, por Dios + verdadero, por Dios + santo, que “de tal modo amó al mundo, que entregó a su unigénito Hijo, para que todo el que crea en El no perezca, sino que viva la vida eterna” (Juan 3); cesa de engañar a las criaturas humanas y deja de suministrarles el veneno de la eterna perdición; deja de dañar a la Iglesia y de poner trabas a su libertad. Huye Satanás, inventor y maestro de toda falacia, enemigo de la salvación de los hombres. Retrocede ante Cristo, en quien nada has hallado semejante a tus obras. Retrocede ante la Iglesia una, santa, católica y apostólica, la que el mismo Cristo adquirió con su Sangre. Humíllate bajo la poderosa mano de Dios. Tiembla y huye, al ser invocado por nosotros el santo y terrible nombre de Jesús, ante el que se estremecen los infiernos, a quien están sometidas las Virtudes de los cielos, las Potestades y las Dominaciones; a quien los Querubines y Serafines alaban con incesantes voces diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios de los Ejércitos.



            Señor, escucha mi oración.

            R. Y llegue a Ti mi clamor.

            El Señor esté con vosotros. (Solo si es un sacerdote)

            R. Y con tu espíritu.



Oremos. Dios del Cielo y de la tierra, Dios de los Ángeles, Dios de los Arcángeles, Dios de los Patriarcas, Dios de los Profetas, Dios de los Apóstoles, Dios de los Mártires, Dios de los Confesores, Dios de las Vírgenes, Dios que tienes el poder dar vida después de la muerte, el descanso después del trabajo, porque no hay otro Dios fuera de Ti, ni puede haber otros sino Tú mismo, Creador de todo lo visible y lo invisible, cuyo reino no tendrá fin: humildemente te suplicamos que tu gloriosa Majestad se digne librarnos eficazmente y guardarnos sanos de todo poder, lazo, mentira y maldad de los espíritus infernales. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.



            De la asechanzas del demonio.

            R. Líbranos, Señor.

            Haz que tu Iglesia te sirva con segura libertad.

            R. Te rogamos, óyenos.

            Dígnate humillar a los enemigos de tu Iglesia.

            R. Te rogamos, óyenos.



            (Se rocía con agua bendita el lugar y a los presentes).



            Señor, no recuerdes nuestros delitos ni los de nuestros padres, ni tomes venganza de nuestros pecados (Tobías 3,3).



            Se recita el Padre nuestro.

  

Letanías de San Miguel Arcángel



Señor, ten misericordia de nosotros.

R. Señor, ten misericordia de nosotros.

Cristo, ten misericordia de nosotros.

R. Cristo, ten misericordia de nosotros.

Cristo óyenos.

R. Cristo óyenos.

Cristo escúchanos,

R. Cristo escúchanos.

Dios Padre celestial, Ten misericordia de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, Ten misericordia de nosotros.

Dios Espíritu Santo, Ten misericordia de nosotros.

Trinidad Santa, un solo Dios, Ten misericordia de nosotros.

Santa María, Reina de los Ángeles, Ruega por nosotros.

San Miguel, Ruega por nosotros.

San Miguel, lleno de la sabiduría de Dios, Ruega por nosotros.

San Miguel, perfecto adorador del Verbo Divino, Ruega por nosotros.

San Miguel, coronado de honor y de gloria, Ruega por nosotros.

San Miguel, poderosísimo Príncipe de las milicias del Señor, Ruega por nosotros.

San Miguel, abanderado de la Santísima Trinidad, Ruega por nosotros.

San Miguel, guardián del Paraíso, Ruega por nosotros.

San Miguel, guía y consolador del pueblo de Israel, Ruega por nosotros.

San Miguel, esplendor y fortaleza de la Iglesia militante, Ruega por nosotros.

San miguel, honor y alegría de la Iglesia militante, Ruega por nosotros.

San Miguel, lumbrera de los Ángeles, Ruega por nosotros.

San Miguel, defensa de los que guardan la fe verdadera, Ruega por nosotros.

San Miguel, fuerza de los que combaten bajo el estandarte de la Cruz, Ruega por nosotros.

San Miguel, luz y confianza de las almas en el último instante de la vida, Ruega por nosotros.

San Miguel, socorro poderosísimo, Ruega por nosotros.

San Miguel, nuestra ayuda en todas nuestras adversidades, Ruega por nosotros.

San Miguel, heraldo de la sentencia eterna, Ruega por nosotros.

San Miguel, consolador de las almas detenidas en las llamas del Purgatorio, Ruega por nosotros.

San Miguel, encargado por el Señor de recibir las almas después de la muerte, Ruega por nosotros.

San Miguel, nuestro Príncipe, Ruega por nosotros.

San Miguel, nuestro Abogado, Ruega por nosotros.


Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten Misericordia de nosotros.



Ruega por nosotros, oh glorioso San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo.

Nota: donde aparece + hágase la señal de la cruz en el lugar donde se recite el exorcismo, conviene tener una cruz bendecida de San Benito.